sábado, 18 de junio de 2011

Una presentación

Escritor es quien escribe, eso resulta evidente. La palabra en sí misma no implica que se haga mejor o peor, o que uno se gane la vida con ello, simplemente indica que alguien pone por escrito las historias que le vienen a la cabeza; al menos ese es mi caso.

Creo que no fui precoz en este sentido, pues tenía veintisiete años cuando tuve la ocurrencia de sentarme delante de un teclado para dejar que las ideas que acudían a mi mente brotasen a través de mis dedos, pero lo cierto es que desde entonces no he permitido que la necesidad de escribir me abandone.

En un principio fueron pequeños relatos, probaturas podría decirse, pero no tardé en comprender que era la novela la que me permitiría desarrollar de un mejor modo las historias que deseaba contar.

Escribo aquello que me gustaría poder leer en libros de otros autores, y que a veces hecho en falta. Tal vez sean relatos que el mundo no necesita, pero se debe comenzar por el lector más próximo: uno mismo. El mundo me queda un poco grande.


La probabilidad de que un escrito llegue a una gran cantidad de lectores es remota, por lo que no tendría sentido tenerlo como objetivo prioritario durante su concepción, salvo en el caso de autores consagrados, quizás más focalizados hacia su público.

Considero que el primer escollo que toda obra debe superar es la mirada crítica de su propio creador. A partir de ahí, el camino de la obra es incierto, y está sujeto a los caprichosos designios del destino.

Abro este Blog como una ventana a mi mundo, a través de cual compartiré las experiencias que mi faceta literaria tenga a bien proveer, invitando a quien lo desee a acompañarme en esta travesía a lo desconocido que ahora emprendo. Quizás sea un Blog efímero, quizás perdure... será el tiempo quien lo diga.

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