miércoles, 8 de mayo de 2013

Dos nuevas reseñas de "El tercer final"

Esta semana han aparecido dos nuevas reseñas de "El tercer final", que una vez más me ofrecen la oportunidad de comentar aquellos aspectos que pueden haberse quedado en el tintero hasta el momento.

Por orden cronológico, la primera reseña es la del blog Lo que leo y punto, del día 7 de mayo, que podéis leer pinchando aquí.


En este caso, la lectura de "El tercer final" le ha servido a su administradora para hacer su aportación a la lectura conjunta organizada por el blog Torre de Babel bajo el epígrafe "¿Histéricos o históricos?", y que animaba a leer una novela de este género.

En esta reseña se dicen cosas de la novela, como que es amena y ágil, que está bien ambientada, y cuenta con unos personajes bien definidos. Os animo a leerla para comprobar si esto es cierto, porque yo no puedo ser objetivo en este sentido.


La segunda reseña, que se ha publicado hoy, día 8 de mayo, procede del blog Al rico libro, y podéis leerla pinchando aquí.

Comienzan diciendo que los primeros capítulos de la novela, aquellos que se desarrollan en la actualidad, no son necesarios, pues les han resultado demasiado didácticos, y piensan que con un prólogo se hubieran podido dar las mismas ideas. El hecho de que no se retorne a este tiempo al final de la historia refuerza su tesis.
En alguna ocasión he dicho que la novela podría existir perfectamente sin esos capítulos, aunque creo que conocer la circunstancia en que se moverán los personajes, siempre ayuda. Lo cierto es que nunca se me ocurrió hacerlo a través de un prólogo, y ahora que se plantea tal posibilidad, creo que prefiero incluirlo como parte de la novela, pues me parece más digerible, menos árido. Intenté situar al lector en el papel de la periodista que es instruida por los dos profesores, siempre a través de diálogos.

El conocido pero achacado a la novela, por no regresar a la actualidad a su término, viene precisamente de considerar que esta introducción tan sólo cumplía un papel informativo para lo que vendría. Tal vez no consideré a los personajes de los profesores más que como un medio de conseguir mi propósito, y habría hecho bien en darles más vidilla, según todo parece indicar.

Una vez superada la parte inicial, la historia en sí, aquella que tiene lugar en época romana, les ha parecido más acertada. Según dicen, se lee con agilidad, y la trama está bien hilada.

En relación al número de páginas, he de decir que la letra no es pequeña precisamente, de ahí que sean 576. Mi vara de medir las páginas de un libro viene dada por el formato en que habitualmente escribo, aquel en el que se suelen enviar los manuscritos a editoriales y concursos: A4, doble espacio, márgen de 3 cm. Con este formato, serían 339 páginas (es mi novela más extensa). Por poner un ejemplo, Enarmonía tendría 269 páginas, que viene a ser la media de mis manuscritos.

En cualquier caso, a la extensión de un libro se le podría aplicar la teoría de la relatividad, pues si nos gusta, ya puede tener 1000 páginas, que se nos hará corto, y si nos disgusta, un simple tríptico nos parecerá una enciclopedia.

Comentan las descripciones, que en ocasiones les han parecido demasiado largas. No deja de ser curioso, cuando muchas veces tengo que esforzarme para que no me suceda lo contrario, y es que en mi mente suele tener prioridad el avance de la historia, sin que una descripción interminable haga que el ritmo se estanque. De todos modos, soy consciente de que una descripción no debe ser ni corta ni larga, sino tener el espacio que precisa para cumplir la función para la que fue escrita. Esto, sin duda, proporcionará al autor un ameno quebradero de cabeza.

La parte amorosa de la novela no ha sido de sus predilectas, pues declaran no ser especialmente románticas. Se trata de un aspecto que tampoco me define a mí, y es por ello que pongo especial empeño en intentar hacer algo digno en este sentido. El día que quedé tercero en un concurso de relato romántico no me lo podía creer, pero la vida tiene estas cosas. Puede que suceda un poco como con las descripciones: para evitar pecar por defecto, se peca por exceso.
Personalmente, no estoy descontento con la historia de amor contenida en la novela, pero reconozco que no es la temática que más cultivo en mis escritos, y sigo intentando mejorar en este campo.

El dibujo de los personajes les ha gustado, especialmente el malo malísimo. Eso sí, les parece que puede haber overbooking de personajes. En este sentido, diré que algunos de los que aparecen proceden directamente de la crónica histórica real, escrita en época romana, y el hecho de ceñirme a los hechos ocurridos me obligaba en cierto modo a no poder prescindir de ellos. Eso sí, los que tienen un papel más importante son ficticios por completo.
Mi preferido es Vespillo, aunque no suele ser destacado en las reseñas. Imagino que es amor de padre.

Mi agradecimiento a los dos blogs, y a las personas que hay tras ellos, por leer la novela, y compartir su opinión con todos.

2 comentarios:

  1. Hola Juan, nos alegra que te tomases bien la crítica ;)
    La novela nos gustó y nos pareció muy interesante, amén de instructiva, así que enhorabuena. Ojalá le vaya muy bien.

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  2. Pienso que las críticas nos sirven sobre todo para aprender de nuestros errores y tratar de mejorar. Además, que reseñen tu novela es muy de agradecer, teniendo en cuenta la gran oferta de lecturas que existe, y el tiempo y dedicación que precisa esta labor crítica.
    Vuestra labor me ha sido de gran ayuda, y no puedo menos que daros las gracias.
    Gracias también por vuestros buenos deseos, y gracias por pasaros por aquí.

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