
En cualquier caso, nadie dijo que existiese un plazo máximo entre la publicación de entradas, y después de todo, se puede tomar como un descanso que concedo a las huestes de seguidores de esta página, que a estas alturas deben estar subiéndose por las paredes, pues llevaban meses esperando algo como esto.
¿Y por qué rompo mi silencio? ¿Qué ha sucedido que merezca tan apoteósico retorno? La culpa se la podéis echar al blog "Vamos a leer...", o mejor, a su administradora, que ha tenido a bien leer mi última novela, "Los sueños de Terpsícore", y no contenta con eso, se ha atrevido a compartir su opinión que todos nosotros, algo que le agradezco profundamente.
Si queréis leer la reseña que ha publicado, tan sólo tenéis que pinchar en este enlace.
Estamos terminando septiembre, como quien dice, el verano se nos escapa de las manos... Tan sólo deseo que hayáis sabido aprovechar el periodo estival para descansar, del mismo modo que yo he descansado mis dedos, alejándome de esta ventana que es el blog. La duda ahora es saber cuánto tardaré en volver a escribir otra entrada... Ni yo lo sé.
En cualquier caso, gracias por seguir ahí, pese a mí.
Deja tu Enarmonia
Publicar un comentario
Gracias por tus pensamientos